Es indudable que el país requiere especialistas en Anestesiología y Reanimación, y más aún en la actualidad que se presenta un marcado crecimiento de la población que ingresa al sistema general de seguridad social en salud, población que genera nuevas necesidades de atención desde el punto de vista quirúrgico en todos los niveles. De otra parte, el anestesiólogo ha derivado sus servicios a áreas afines a su especialidad, como son los cuidados intensivos, el manejo del dolor, la anestesia para cirugía cardiovascular, la anestesia para transplantes entre otros campos de trabajo, lo cual ha generado la necesidad de un mayor número de especialistas para cubrir nuevos frentes de la especialidad.
Otro aspecto, que justifica la formación de Especialistas en Anestesiología y Reanimación, es que la especialidad se encuentra altamente relacionada con la investigación y la docencia y esto abre un vasto terreno para los médicos que se quieren dedicar a la investigación y ala docencia tanto a nivel de pregrado como de posgrado.
El Anestesiólogo juega papel de primera importancia en la atención del paciente quirúrgico. Es el médico encargado de preparar al paciente para la cirugía, interviene para reducir los riesgos al mínimo, mantiene la homeostasia durante el procedimiento y se encarga de la primera parte de los cuidados postquirúrgicos, siempre con la idea de reducir las complicaciones y brindar al paciente una atención de alta calidad. Solamente profesionales con un entrenamiento óptimo pueden desarrollar estas tareas con la adecuada cualificación. De ahí la necesidad de que la Universidad siga contando con el postgrado de Anestesiología y Reanimación porque el país necesita de anestesiólogos de la calidad de los que se forman en nuestra Universidad.
Los anestesiólogos también se han abierto camino en la parte administrativa de las salas de cirugía y hoy en día muchos quirófanos recurren a los anestesiólogos para que dirijan la parte organizativa de las salas. Desde el punto de vista gremial los anestesiólogos desde hace varios años han dado ejemplo de organización y han liderado muchas de las reivindicaciones de lo médicos y de los trabajadores de la salud tanto a nivel laboral como científico.
Paralelo con los dos puntos anteriores, tenemos cada vez una mayor demanda, por parte del estudiantado, de cupos para la Especialización en Anestesiología y Reanimación, luego que se ha tomado conciencia de la importancia de la misma dentro del concierto de las especialidades médicas.
El Anestesiólogo debe tener conocimientos profundos de ciencias básicas como la química y la física, de fisiología y anatomía, farmacología, de clínica en las diferentes especialidades como la medicina interna, la pediatría, la ginecología y la obstetricia, lógicamente de la cirugía y espacialmente del manejo del paciente en estado crítico y de la reanimación. Solamente con una fuerte base teórica aunada a un entrenamiento altamente exigente puede un médico llegar a convertirse en un excelente anestesiólogo.
La anestesiología es como la medicina ciencia y arte. Solamente aquel que entiende la base científica de lo que hace es capaz de llegar a aplicar sus conocimientos al manejo del paciente distinguiéndolo de otros que a pesar de tener la misma patología son completamente diferentes en la forma de abordarlos y tratarlos. Después el anestesiólogo debe ser capaz de buscar y crear nuevos caminos que redunden en una atención cada vez mejor y de mayor calidad para sus pacientes.
Nadie desconoce el inmenso aporte que en la Unidad de Cuidados Intensivos están prestando los Anestesiólogos, hasta tal punto que son ellos los que dirigen tales unidades en muchos hospitales del mundo. De ello se desprende la necesidad de formarlos en conocimientos cada vez más avanzados de la especialidad.